Debajo de tu piel, duele la vida,
y mi vida,
no alcanza.
Otros, ajenos, dichosos,
secuestran tu carne,
y ellos no escuchan lo esencial
Cuero marchito, cubre un hueso,
que si se rompe,
no vale la pena,
ocuparse de que de pena,
por que igual no escuchan,
no escuchan lo esencial.
No hay un comer que de placer
sino tal vez,
un placer que da de comer,
y suspenda el hambre,
para después.
En un paseo que di,
te vi, y a los tuyos
vi sus ojos y leí sus mentes
¿Para que?
Yo soy igual que vos,
¿No me ves?
Pero, no tengo tu condición.
No tengo nada para dar, ni darme
no me alcanza,
no me alcanza ni la sangre que corre por mis venas.
Yo no entiendo por que
le dicen arte
a su dolor.
y mi vida,
no alcanza.
Otros, ajenos, dichosos,
secuestran tu carne,
y ellos no escuchan lo esencial
Cuero marchito, cubre un hueso,
que si se rompe,
no vale la pena,
ocuparse de que de pena,
por que igual no escuchan,
no escuchan lo esencial.
No hay un comer que de placer
sino tal vez,
un placer que da de comer,
y suspenda el hambre,
para después.
En un paseo que di,
te vi, y a los tuyos
vi sus ojos y leí sus mentes
¿Para que?
Yo soy igual que vos,
¿No me ves?
Pero, no tengo tu condición.
No tengo nada para dar, ni darme
no me alcanza,
no me alcanza ni la sangre que corre por mis venas.
Yo no entiendo por que
le dicen arte
a su dolor.