Desde aquí te veo.
Aun la niebla no te ha vuelto difícil de distinguir.
Todavía no es la hora, pero igual me esfuerzo para verte.
Entre mi sitio y el tuyo, hay un espacio
que no es un abismo, ni un averno
es un invierno lerdo.
Y esa niebla, mi niebla,
esa que esta cubriéndote
tiene un color ceniza de papeles que aun no llenado
de mis sueños de despierta,
y de mi labia… Inservible
Y así, como tu invierno,
que usurpa ese espacio. (Justicia)
Que no es ni mío, ni tuyo. Es nuestro.
Se abre
la espera. Una espera perdida.
Pero igual, me esfuerzo para verte.