la medula espinal de los gatos

julio 18, 2011

Alto

Cuando llora el cráneo surgen cuestiones  que nerveosean.
Hay una tensión  entre esa voz gutural que acalora y el manto mentolado que se rehúsa a reflexionar sobre ese lugar común: la existencia de la existencia en la existencia.
Hay cadáveres aquí, y todos estos cadáveres que están aquí, tirados…piensan.
Otra tensión, ¿a dónde te sigo?  Las dos opciones son imbéciles, roja y blanca.
Tal vez este intervalo invisible  sirva.  Otro poema en mi calendario (quiero protestar: se merece la muerte el inventor de calendario)  Mi calendario es sin numeritos. Y esta en el frízer.
-          Esas cosas pasan Julia. –
La angustia es banal. 
Abro la puerta del frízer, meto la cabeza adentro.
-          Este blanco me gusta mucho, cuando me ponga morada salgo. –
 Necesito que por segundo deje de llorar la idea de que puedo escribir,  hundir los dientes la escarcha,  y aplastar…
¡Alto ahí!