Agradezco que visites mi lecho esta noche.
Sabia que la dejarias durmiendo a cambio de que
respire su propio perfume. El fresco olor
de su propia pintura en tu cuarto.
A la obra completa
de Girondo. Imperdonable.
Lo que no sabes es que,
yo ya sabia,
que ella es pupila en tu vida.
Desde esa vez en la plaza
que bajamos las escaleras, y por no
sentir culpa siendo la puta de la niñez.
Subes las escaleras.
Y ahora espanto pajaros desde
mi enajeado mundo.
¿Como puedo yo volar