Te pido cordialmente,
que saques la basura.
De poeta disfrazada
Recito silencios, espacios, desvirtúes
con miedos, encierros, y espadas
clavadas
Te nombro sofisticado
como un regalo con moño de tela.
Hago confesiones.
Y aunque exige que me calle, sigo hipo-criticando.
En estas veredas que camino
no demandan tal vicio mío
de mentir.
Pero lo necesito, si no
¿Por donde me destriparía?
Si me revisas en el tiempo
yo cambio, me transformo.
Y mi influencia, la misma que la tuya, es
la que nos va a dejar igual de revueltos.